La capital de Chile ha alcanzado este Lunes 19 de Noviembre los 34,8 ° celsius, como una sinopsis de lo que nos depara este Verano en la zona central de Chile. La Dirección de Meteorología de Chile, en voz de Jeannette Calderón adelantó que durante el período Primavera-Verano el termómetro podría sobrepasar los 37 ° celsius, es decir, superar el máximo histórico para esta zona de Chile, en donde las temperaturas promedios son de 32 para Enero y Febrero.
No podemos olvidar que el Invierno recien pasado, la zona central chilena soportó temperaturas extremas de frío por debajo de los -5 grados, lo que ocasionó heladas con fuertes pérdidas de el agro, su campesinado y el aprovechamiento del empresariado vinculado a las cadenas de supermercados, quienes, como lo denunció el Ministerio de Agricultura, han especulado con los precios de hortalizas, verduras de guarda, carnes y otros alimentos , desencadenando en definitiva una fuerte alza de precios al consumidor final produciendo en parte un incremento en el IPC (índice de precios al consumidor), provocando un efecto no deseado en la economía del país.
Actualmente, como por ejemplo, observamos una complicada negociaciación de los empleados fiscales agrupados en la ANEF, con el gobierno, tratando de alcanzar un 12 % de reajuste en base a un IPC tan elevado por efecto de las heladas.
Volviendo al tema del clima, se puede asegurar que independientemente de los problemas de salud que puede acarrear para la población los efectos indeseados de un Verano extremadamente cálido o un gélido Invierno, especialmente ancianos, niños y enfermos, puede también provocar alteraciones macroeconómicas que afecten directamente las condiciones económicas y sociales de la Nación. En particular, cuando la economía se regula por la ley de mercado y sin un marco ético.
Recordemos que el precio del agua potable se eleva en Verano así como el precio de la electricidad aumenta en Invierno, una ecuación perfectamente injusta, pero aceptada.
Esta pequeña reflexión apunta a que lamentablemente a los efectos del calentamiento global, se suman los efectos de lo más oscuro del ser humano como la avaricia, la explotación y el enriquecimiento abusivo.
Este Verano cuando sólo la fresca agua salve a nuestros ancianos, enfermos y niños de los nocivos efectos del calor, unos pocos estarán celebrando un buen negocio.
Observemos y denunciemos
No podemos olvidar que el Invierno recien pasado, la zona central chilena soportó temperaturas extremas de frío por debajo de los -5 grados, lo que ocasionó heladas con fuertes pérdidas de el agro, su campesinado y el aprovechamiento del empresariado vinculado a las cadenas de supermercados, quienes, como lo denunció el Ministerio de Agricultura, han especulado con los precios de hortalizas, verduras de guarda, carnes y otros alimentos , desencadenando en definitiva una fuerte alza de precios al consumidor final produciendo en parte un incremento en el IPC (índice de precios al consumidor), provocando un efecto no deseado en la economía del país.
Actualmente, como por ejemplo, observamos una complicada negociaciación de los empleados fiscales agrupados en la ANEF, con el gobierno, tratando de alcanzar un 12 % de reajuste en base a un IPC tan elevado por efecto de las heladas.
Volviendo al tema del clima, se puede asegurar que independientemente de los problemas de salud que puede acarrear para la población los efectos indeseados de un Verano extremadamente cálido o un gélido Invierno, especialmente ancianos, niños y enfermos, puede también provocar alteraciones macroeconómicas que afecten directamente las condiciones económicas y sociales de la Nación. En particular, cuando la economía se regula por la ley de mercado y sin un marco ético.
Recordemos que el precio del agua potable se eleva en Verano así como el precio de la electricidad aumenta en Invierno, una ecuación perfectamente injusta, pero aceptada.
Esta pequeña reflexión apunta a que lamentablemente a los efectos del calentamiento global, se suman los efectos de lo más oscuro del ser humano como la avaricia, la explotación y el enriquecimiento abusivo.
Este Verano cuando sólo la fresca agua salve a nuestros ancianos, enfermos y niños de los nocivos efectos del calor, unos pocos estarán celebrando un buen negocio.
Observemos y denunciemos
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